La lluvia normalmente no es la excusa.
Más bien es el domingo.
Claro que toda esta nausea, la falta de sueño y el tenedor invisible que traigo atravesado en la tripa me funcionan toda la semana.

Ahora ya pasaron un par de horas más y la escena sigue intacta, la pantalla se quedó en pausa. Le quitó el sentido, incluso a escribir.
Ves?
1 comentario:
Eso te pasa por emborracharte el sábado.
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