miércoles, 29 de agosto de 2012

Anna


It´s past midnight

you are here

i wish i could kill you

i wish i could go

martes, 28 de agosto de 2012

II







Últimamente las memorias eran pedazos de fotos recortadas que sacaba aleatoriamente de una caja de cartón. Esto le molestaba cuando intentaba recordar su cara. A veces recordaba su ojo izquierdo mirándole fijamente mientras el otro se ocultaba tras la almohada. Recordaba su boca abierta cuando dormía. Cuando el día era bueno, se acordaba de su sonrisa. A veces, si tenía suerte, conseguía recordar la silueta de perfil aunque estuviera oscuro y no alcanzara a distinguir las facciones. Otras veces tenía solamente el arco de la nariz o el par de cejas, o también  insignificancias tales como las ojeras amarillas o media oreja. En los días nublados era su cuello, su cabello mojado, su cabello seco. Otros días, su colmillo chueco. Y todos los días las cicatrices, aunque no fueran de su cara.


Ella le había dicho -Me gustas-. Había esperado hasta después de haberlo visto desnudo y lo había hecho porque nunca se lo había dicho a nadie. Nunca había tenido la oportunidad.

No sabía si la había escuchado, pues no había respondido nada. No quiso repetirlo por temor a que sucediera como con los cigarros, de los que solamente el primero le había provocado esa sensación etérea de alivio mientras que los demás fallecían entre sus dedos sin alcanzar a cumplir su supuesta misión. No había elegido otras palabras por un esfuerzo inútil de seguir por el camino de regreso a la inocencia, por eso y porque desgraciadamente era toda la maldita verdad.