de mi azotea a la tuya, donde no podemos subirnos los dos.
a veces, cuando me doy cuenta, tu teléfono está en la pantalla de mi celular y mi pulgar en el botón de llamar. Así duro un par de minutos y me imagino toda nuestra conversación...así es más sencillo volver a guardar el celular.
No me gusta despertarme y que sea de noche. Las alergias primaverales llegaron un poco tarde este año, pero llegaron.
Siempre estoy en los lugares más inoportunos cuando se me ocurren las cartas. Después cuando llego aquí, es difícil. Quizás porque me duele la cabeza.
Estaba imaginando alguna manera de meter una sonrisa a un sobre de papel y enviarla a tu casa, a tu cama de preferencia. Al abrirla sabrías que es mia y sonreirías también. Luego pensé que tal vez es muy cursi pero recordé que no me importa. La mala noticia es que todavía carecemos de esa tecnología.
La buena es que te pienso de todos modos.
p.d. escuché el azul
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