Hasta los agujeros negros se evaporan, dice Stephen Hawking.
Este pánico pone en evidencia mi vulnerabilidad,
La mancha roja (sangre?) en el lienzo impecable de mi
orgullo.
El rojo escurriendo dulcemente en sorprendente constancia
como gotas de un grifo sobre mis tetas.
Mis tetas que extrañan tus dientes y parecen demasiado
claras sin sus cotidianas manchas verdes, a veces amarillas o violetas, que cambiaban como
la luz del sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario