Hicieron caso omiso al agónico graznido de las aves.
martes, 26 de enero de 2010
domingo, 17 de enero de 2010
7:00
Me invocó desde la puerta.
-¿Qué quieres?
-Ven.
Fui.
Estoy casi segura que fueron un poco menos de 5 pasos, de los cuales quizá en el tercero me cayó la cuenta encima y no al revés que era uno de esos momentos que probablemente recordaré aunque no quiera, tal vez otros días, inclusive a otras horas caminar hacia la puerta. Como darle un trago a la caguama y conservar la cerveza (la victoria!) en la boca me recordará el trancazo del wey que se partió la cara en cuatro; así como esa imagen vuelve a mi cabeza en dicha circunstancia, otra(s) circunstancia(s) aún no señalada(s) me recordarán los pies fríos, el silencio,la casa y las cortinas. Es peor que una cicatriz.
-¿Qué pasó?
-Mira. Ya es de día.
-¿Qué quieres?
-Ven.
Fui.
Estoy casi segura que fueron un poco menos de 5 pasos, de los cuales quizá en el tercero me cayó la cuenta encima y no al revés que era uno de esos momentos que probablemente recordaré aunque no quiera, tal vez otros días, inclusive a otras horas caminar hacia la puerta. Como darle un trago a la caguama y conservar la cerveza (la victoria!) en la boca me recordará el trancazo del wey que se partió la cara en cuatro; así como esa imagen vuelve a mi cabeza en dicha circunstancia, otra(s) circunstancia(s) aún no señalada(s) me recordarán los pies fríos, el silencio,la casa y las cortinas. Es peor que una cicatriz.
-¿Qué pasó?
-Mira. Ya es de día.
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